In the 1990s, leaders and neighbors—primarily of Guatemalan, Puerto Rican, Dominican, and Mexican descent—began gathering at a local church in one of Rhode Island’s most marginalized barrios. They created a forum to confront the injustices forcing displacement in their community: the loss of local jobs, rising housing prices, and a cultural war against immigrants and people of color of all ages.
En la década de 1990, líderes y vecinos, principalmente de ascendencia guatemalteca, puertorriqueña, dominicana y mexicana, comenzaron a reunirse en una iglesia local en uno de los barrios más marginados de Rhode Island. Crearon un espacio para enfrentar las injusticias que estaban desplazando a su comunidad: la pérdida de empleos locales, el aumento de los costos de vivienda y una guerra cultural contra inmigrantes y personas de color de todas las edades.
From these grassroots efforts, the Olneyville Neighborhood Association (ONA) emerged as a vehicle for community defense, direct action, and leadership development. Over the years, ONA has expanded beyond crisis response to build long-term power through organizing the residents of this neighborhood and beyond. The association has launched literacy and digital skills programs that center the lived experiences of its members, ensuring that education is a tool for economic and political empowerment.
ONA remains rooted in the principles of popular education, collective power and action. Today, it continues to fight displacement, advocate for dignified housing, and equip residents with the tools to shape their own futures.
A partir de estos esfuerzos comunitarios, surgió la Asociación Vecinal de Olneyville (ONA) como un vehículo para la defensa comunitaria, la acción directa y el desarrollo de liderazgo. Con los años, ONA ha trascendido la respuesta a crisis para construir poder a largo plazo, organizando a los residentes de este barrio y más allá. La asociación ha lanzado programas de alfabetización y herramientas digitales que ponen en el centro las experiencias de sus miembros, asegurando que la educación sea una herramienta económica y política del pueblo.
ONA sigue arraigada en los principios de la educación popular, el poder colectivo y la acción comunitaria. Hoy en día, continúa luchando contra el desplazamiento, abogando por una vivienda digna para todos y brindando a los residentes las herramientas para forjar su propio futuro.